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sábado, 6 de diciembre de 2014

Ofelia inspiró la melancolía.

En lo que llevamos de cuatrimestre no son pocas las obras que han llamado mi atención profundamente, y una de ellas fue “Ofelia” de John Everett Millais. Ésta fue una revelación para mí, ya que, hacía no mucho había decretado para mí entender y el de mi  gente más cercana, que la pintura que más me gustaba no era la realista, sino que prefería una pincelada desdibujada o cierto toque abstracto, manchas de color… Y de repente se alza Ofelia, más real que nunca. Lo cierto es que me impactó muchísimo.

Tan presente la tenía que en cuanto vi esta imagen, me vino en seguida a la mente; aunque la perspectiva, la situación y la expresión de ella sean diferentes. 
Vemos sin embargo, muchas similitudes: La más evidente es que ambas están tumbadas en el agua rodeadas de vegetación. Otra será la presencia del ramo de flores que en el caso de Ofelia está deshecho y en el de la película, Kirsten Dunst lo sujeta con firmeza. Otra similitud, quizá más oculta es el hecho por el cual han llegado a esa situación, ambas por una depresión ya que en el caso de Ofelia, ésta lo usó como huida ante la falta de amor de Hamlet; y en la de Melancolía,por la depresión eterna de la protagonista, aunque bueno, leyendo el título poco más hay que decir; sí que es remarcable que ese fotograma forma parte de la presentación, no de la película, y con él intenta evocar las mismas sensaciones que John Everett Millais logra con su cuadro. La actitud de las dos protagonistas femeninas, sin embargo, es bastante distinta, en el caso de Ofelia la vemos sufrir, mientras que a Kirsten Dunst la vemos casi desafiante. Debo añadir que la actriz, por su papel en esta película ganó el premio a mejor actriz en el festival de Cannes, y lo tiene merecido, su interpretación llama mucho la atención.  También la propia vegetación recuerda a la del cuadro, sobre todo la de la parte izquierda de ambas imágenes. Dentro de la propia película, curiosamente, aparece el propio cuadro de John Everett Millais en un libro que se expone abierto por la página en la que aparece el cuadro. Por si no fueran pocas las similitudes de la propia película con el cuadro, Von Trier nos ofrece esa perla.

Encontré esta película navegando por IMDb y esta fue una de las primeras imágenes que vi, ya que además, se corresponde con la portada de la misma. La mayoría de las que me llamaron la atención, como esta, tenían después que ver con el prólogo. No es de extrañar que captara mi atención y necesitara verla. Así pues, esa misma noche tenía la película en mi televisión.
La película consta de tres partes (en realidad son dos, pero el prólogo es tan largo que casi lo consideraría una más). La primera es el prólogo, como adelantaba, en el cual se nos brindan imágenes de una realidad cuestionable por diversos motivos. Todas las imágenes que allí aparecen tienen algo de perturbador. Además, van acompañadas de la música de Tristán e Isolda de  Richard Wagner, lo cual les da otro toque surrealista. Una vez acabado el prólogo (ya respiré porque me temía una película entera de imágenes de ese estilo, como “El árbol de la vida” de Terrence Malick, y conociendo a Lars Von Trier, todo es posible) empezó la  primera parte “Justine”. Este nombre hace referencia a la protagonista, Kirsten Dunst, que padece un brote de depresión, cosa muy común en ella, justo el día de su boda. La segunda parte, llamada Claire, se centra en la estancia de Justine en la casa de su hermana Claire, en la cual, todo gira en torno a la cura de su depresión y a la inminente llegada de un planeta llamado Melancholia, que según los astrónomos, pasará muy cerca de la tierra pero sin tocarla, ya se verá. No quiero contar más detalles de la película ya que creo que vale la pena verla sin conocerla en exceso, cuando yo me enfrenté a ella, lo hice sencillamente conociendo la imagen que me recordó a Ofelia, nada más, y la verdad es que valió la pena. Personalmente, tengo una especial predilección por el género de la ciencia ficción, aunque me gustan todos los géneros, así que agradecí el detalle del planeta. Sin embargo, debo confesar que la primera parte me pareció más interesante por muchas razones, desde la actuación de Kirsten, a la cual se le da más importancia en esta parte, hasta las relaciones entre los miembros de la boda y como Justine va degenerando su estado anímico hasta el completo caos. Fue realmente impactante, sin embargo, el final de la película. Es uno de esos films que te dejan pensativo y bloqueado durante un tiempo, y todo se lo tengo que agradecer al cuadro de Ofelia.

 

1 comentario:

  1. No he visto todavía la película, aunque me la habéis recomendado en más de una ocasión. Muy bien por tu comentario y tu relación.

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